Entrevista a Cristina Remírez y Manuel Hernández

propietarios de una explotación agrícola en Navarra

En Bargota un pequeño municipio que está situado al suroeste de Navarra a solo 74 kms de Pamplona viven y trabajan los protagonistas de nuestra siguiente entrevista. Cristina Remírez y Manuel Hernández son agricultores y comparten una explotación agraria dedicada a la producción de la uva con denominación de origen Rioja, cereal y olivo

Su explotación agrícola ha solicitado un préstamo ICO a través de la Línea ICO MAPA SAECA. Esta Línea ofrece financiación a explotaciones agrarias y operadores de pesca marítima y acuicultura que sean beneficiarios de las ayudas MAPA- ICO – SAECA para satisfacer sus necesidades generales de actividad, ante la pérdida de rentabilidad por causa de la sequía y otros fenómenos climáticos adversos. 


 

Cristina, ¿Cuándo iniciasteis vuestra actividad agrícola en Bargota? ¿Ha sido una opción vocacional?

Manuel Hernández comenzó la actividad como joven agricultor con tan solo 18 años siguiendo su vocación por el trabajo y cuidado de la tierra, siguiendo además la estela de su padre Antonio Hernández, agricultor de Bargota actualmente jubilado. 

En mi caso, soy ingeniera industrial y he trabajado durante más de 10 años en consultoría y gestión de proyectos de I+D en el Centro Tecnológico Lurederra. Inicié mi actividad en el sector agrario junto a Manuel, mi pareja, para apoyarle en las labores de gestión de la explotación (contabilidad, cuaderno de campo, gestión de la producción, altas y bajas en la SS, gestión de ayudas, etc.) puesto que es un área de actividad en las explotaciones agrícolas que ha aumentado intensamente en los últimos años. 

¿Qué extensión tiene vuestra explotación agraria? ¿Y qué productos cultiváis? 

Actualmente nuestra explotación alcanza unas 140 ha. de extensión, entre parcelas propias y arrendadas, en las que cultivamos fundamentalmente cereal, viña y olivos. 

En las parcelas de cereal cultivamos trigo, cebada, avena, guisante forrajero, arvejana, colza, etc., vamos haciendo rotación de cultivos con el fin de minimizar el crecimiento de “malas hierbas” y, por tanto, el uso de herbicidas.

En los viñedos, que pertenecen a la DOCa Rioja (Denominación de origen calificada Rioja), cultivamos diferentes variedades de uva tinta y blanca para vinificación, pero fundamentalmente tempranillo tinta y verdejo para vino blanco.

Por último, entre los olivares que cultivamos tenemos dos variedades de aceituna para aceite, por un lado, aceituna arbequina y por otro, los denominados olivares de la tierra, cuya variedad se denomina Arróniz. Estos últimos, llevan dos años en conversión a la agricultura ecológica, inscritos y certificados por el CPAEN, (Consejo de la Producción Agraria Ecológica de Navarra)

Desde que comenzasteis vuestra actividad ¿Ha cambiado mucho la forma de trabajar vuestra explotación? ¿Habéis incorporado técnicas de cultivo sostenible?

Además del sistema de rotación de cultivos que os comentaba, hemos ido adoptando la utilización de técnicas de cultivo más sostenibles y seguiremos haciéndolo a futuro, entre ellas podemos citar:

  • Priorización en la utilización de productos fitosanitarios permitidos en la agricultura ecológica, frente a otros más agresivos, a la hora de llevar a cabo tratamientos preventivos.
  • Cambio de los equipos de tratamiento, hacia equipos más eficientes que utilizan menor cantidad de producto para obtener el mismo resultado, puesto que están optimizados y la dosificación se ajusta mediante control electrónico.
  • Utilización de una máquina picadora para incorporar restos de poda a la cubierta vegetal como aporte de materia orgánica.
  • Minimización del uso de fertilizantes químicos, a través del análisis de tierras.
  • Utilización de siembra directa.
  • Conversión a la agricultura ecológica certificada en los olivares de la tierra, manteniendo la cubierta vegetal.

¿Cuáles son los principales desafíos que tenéis que asumir en vuestra tarea diaria?

Los principales desafíos suelen venir de la mano de las condiciones climatológicas, puesto que influyen de una manera directa tanto en el producto final obtenido como durante el ciclo de cultivo. La climatología hace que haya que adelantar o retrasar las actividades que se hacen sobre el cultivo (poda, desnietado, cosecha) y provoca en ocasiones el crecimiento de plagas, hongos, etc. Esto impide el poder planificar de manera regular las labores diarias, así como los periodos vacacionales, tanto de la familia como de los trabajadores.

Otro de los desafíos a los que nos enfrentamos es la dificultad para encontrar trabajadores dispuestos a trabajar en tareas agrícolas cuando necesitamos recurrir a la búsqueda de mano de obra. Se han mejorado las condiciones laborales de los trabajadores del campo en las diversas reformas laborales, pero aun así sigue siendo muy complicado encontrar personas que puedan y quieran trabajar en el campo.

Otro de los retos que plantea la gestión de una explotación agrícola es estar preparado para reaccionar en escenarios cambiantes por la incertidumbre de los precios, de la climatología y el aumento de costes de producción (gasoil, abonos, fitosanitarios, incrementos de costes de personal, etc.).

Año tras año arriesgamos en la siembra y cuidado de los cultivos todos los ahorros, haciendo una importante inversión con el fin de recoger buenas cosechas y venderlas a buen precio, pero que no solo están sujetas a la variabilidad de los mercados, sino que también están sujetas a las inclemencias del tiempo que son impredecibles, más aún si tenemos en cuenta el cambio climático.

Recientemente habéis solicitado financiación a través de la línea ICO MAPA SAECA a través de Caja Rural de Navarra , ¿con que finalidad?

El dinero de este préstamo estará destinado a la compra de un tractor, pero también nos permitirá plantear la renovación de otros equipos y maquinarias, como son el vehículo todoterreno que tenemos para ir al campo o el equipo de tratamiento con fitosanitarios o la adquisición de un equipo de eliminación mecánica de hierbas inter-cepas, entre otros.

¿Como valoráis la puesta en marcha de este tipo de iniciativas dirigidas a sectores específicos?

Es una medida totalmente necesaria para apoyar al sector primario en la búsqueda de la sostenibilidad unida a la productividad, donde los costes de inversión en maquinaria son cada vez más elevados.

Hoy en día la despoblación en los entornos rurales es un gran reto, vosotros que lo conocéis en primera persona ¿cómo creéis que se podría mejorar esta situación? ¿Qué medidas se pueden adoptar para hacer mas atractiva la vida en el entorno rural?

Uno de los principales problemas que hemos detectado para que la gente se quede a vivir en los pueblos es el tema del acceso a la vivienda. Los jóvenes encuentran mucho más fácil un piso de alquiler en la ciudad que en los pueblos pequeños, donde la cultura del alquiler no está extendida. Además, en las ciudades, a diferencia que en los pueblos más pequeños, existen promociones de viviendas protegidas VPOs que facilitan a los jóvenes la posibilidad de adquirir su vivienda de manera cómoda y sencilla.

Por otro lado, está el problema de afianzar a la juventud en los pueblos en el ámbito laboral. Hoy en día, la mayoría de los jóvenes quieren trabajar por cuenta ajena en una multinacional con un horario fijo o ser funcionarios, ambos puestos de trabajo están fuera del alcance de los pueblos. En el mundo rural lo fundamental sería desarrollar la cultura de emprendimiento para el autoempleo que lo haga más atractivo, para ello, cabría plantear medidas incentivadoras como mejoras fiscales y formación, por ejemplo.

En el sector primario en concreto, existe un problema asociado al relevo generacional, que está haciendo crecer al resto de las explotaciones agrícolas. 

El otro gran problema existente es la difícil entrada en el sector agrícola si no perteneces a una familia de agricultores. Es cierto que la inversión inicial a la que se enfrenta cualquiera que quiera iniciar su actividad en este sector es grande, la búsqueda de parcelas para cultivar no está fácil y se deberían llevar a cabo proyectos piloto de mentorización para jóvenes que quieran apostar por este sector. 

Esta medida de búsqueda de personal que quiera emprender en el sector primario vendría muy bien para aquellas personas cuya explotación agrícola y/o ganadera no tiene relevo generacional, solucionando dos problemáticas a la vez.